Los precios aceleraron su crecimiento en mayo, aunque los alimentos dieron un leve respiro. El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha confirmado este jueves que la inflación repuntó tres décimas en el quinto mes de 2024 hasta una tasa interanual del 3,6%, su nivel más alto desde abril de 2023. Contribuyeron al alza principalmente las subidas en el precio de la luz y los carburantes. Pese a ceder tres décimas respecto a abril, los alimentos son todavía un 4,4% más caros que hace un año. Los datos definitivos de inflación de mayo se conocen un día después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunciara su intención de prorrogar la rebaja del IVA para estos productos básicos.
Tras avanzar cuatro décimas en abril hasta una tasa interanual del 4,7%, el ritmo de subida en el precio de los alimentos se ralentizó en mayo. El INE atribuye el descenso a la bajada de precio de los aceites y grasas y a la desaceleración de la fruta y la carne. La inflación de esta categoría de productos ha anotado su segunda menor marca desde finales de 2021, solo superada por el 4,3% registrado en marzo. Se encuentra, por tanto, por debajo del nivel en el que comenzó el año, en el 7,4%. La moderación en los precios de los alimentos, que se mantuvieron estables en mayo en términos mensuales, ha sido progresiva desde los registros de dos dígitos en los que se situaba hace un año.
Esta desaceleración no significa que el precio de los alimentos haya bajado de forma generalizada, sino que ha subido más lentamente. De hecho, el encarecimiento experimentado por algunos productos sigue siendo notable. En concreto, el artículo de la cesta de la compra que más ha aumentado su precio en el último año ha sido el aceite de oliva. Es un 62,8% más caro que en mayo de 2023, pese a haberse abaratado un 2,1% en el último mes. Su subida anual contrasta con la bajada del resto de aceites, que son un 17,8% más baratos que hace un año.
Junto a la del aceite de oliva, sobresale también el alza de los zumos de frutas y vegetales y la fruta fresca y refrigerada, cuyo precio es un 15,9% y un 12,1% respectivamente más caro que hace un año. También el chocolate, la carne de ovino, las legumbres y hortalizas congeladas, la sal y las especias, el pescado fresco y refrigerado, las patatas y el cacao en polvo han subido entre un 9,2% y un 6,5%. En cambio, las pizzas, la leche desnatada, las pastas y las frutas en conserva se han abaratado entre un 4,4% y un 2% con respecto a mayo de 2023. En menor medida, el precio de la mantequilla, las harinas, los frutos secos, las legumbres y hortalizas frescas, la leche entera y el marisco también se ha reducido.
Algunos de estos productos básicos tienen actualmente el IVA rebajado, una bonificación que finaliza el 30 de junio, pero que el Gobierno ya se ha comprometido a prorrogar, después de que Sánchez reconociera este miércoles que los precios de los alimentos siguen "altos". Esta reducción fija un tipo del 0% para alimentos como el pan, la harina, la leche, el queso, los huevos, la fruta, la verdura, las hortalizas, las legumbres y los cereales y rebaja el gravamen al 5% en el caso del aceite y la pasta. Están excluidos otros alimentos básicos como la carne y el pescado.
"Hay que tener ambición y hacer más. No es suficiente con rebajar el IVA de los alimentos", ha valorado este jueves en la red social X la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, tras conocerse los datos de inflación. "De nada sirve subir el SMI si no se controlan los precios", ha añadido. En ese sentido, los datos del Ministerio de Trabajo apuntan a que las subidas salariales negociadas en convenio hasta el mes de mayo se sitúan en un 2,96%, por debajo del alza de precios.
La luz y las gasolinas tiran de los precios
A diferencia de lo ocurrido con los alimentos, tal y como apuntaba la lectura preliminar del INE, el IPC general avanzó en mayo por tercer mes consecutivo en la senda alcista retomada en marzo, después caer en febrero al 2,8%, su nivel más bajo desde verano del año pasado. Desde entonces la inflación no ha dejado de crecer y se encuentra ya por encima del nivel del 3,4% en el que comenzó el año. El INE atribuye el repunte de este último mes se ha debido fundamentalmente, al comportamiento en el precio de la electricidad y de los carburantes.
Por un lado, el precio de la luz subió un 14,3% con respecto a mayo de 2023, en contraste con la bajada experimentada un año antes. Tras un mes de abril con precios extraordinariamente bajos -y el IVA ya de vuelta desde marzo en el 21%-, el precio de la electricidad repuntó en mayo hasta una media de 30,4 euros/MWh en el mercado mayorista, lo que supuso una subida de la factura media de hasta 54 euros. En cambio, el gas natural se ha abaratado un 6,1%.
Por su parte, el precio medio de los carburantes acumula semanas de bajadas, según los datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea. En la última semana el litro de gasolina se ha pagado en el surtidor por debajo de 1,5 euros y el de diésel, ligeramente por encima de 1,6 euros. De hecho, según los datos del IPC ambos carburantes son respectivamente un 1,3% y un 3,6% más baratos que en abril. Sin embargo, estos últimos descensos no evitan que con respecto a mayo de 2023 la gasolina se haya encarecido un 6,1% y el gasóleo, un 6,6%.
Al descontar del cálculo el precio de la energía y de los alimentos no elaborados por su alta volatilidad, la inflación subyacente se situó en mayo en una tasa interanual del 3,0%. Subió ligeramente una décima respecto al 2,9% anotado en abril, su marca más baja desde principios de 2022, a la que llegó tras diez bajadas consecutivas. Amplía así su distancia respecto al índice general y se mantiene por debajo de este por segundo mes consecutivo.
El Ministerio de Economía achaca el ligero repunte de la inflación subyacente al aumento de los precios de los servicios relacionados con el turismo de cara al verano. En ese sentido, entre los componentes del IPC que más se encarecieron destacan el transporte marítimo de pasajeros y los paquetes turísticos nacionales, un 22,2% y un 17,7% más caros que hace un año respectivamente. Esta subida contrasta con el comportamiento del coste de los billetes para viajar al extranjero, que se ha reducido un 7,5%. Solo en el último mes, los vuelos nacionales y los hoteles se han encarecido un 7,7% y un 7,4% con respecto a los niveles de precios de abril.
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